Hacer el amor: cantidad o calidad, falta de tiempo y fijación por el placer

El sexo es bastante sencillo: pero sacarle todo el potencial que contiene por diseño, vivirlo de una manera que nos haga querer más y mejor, disfrutando con todo nuestro ser, que nos sintamos queridos, deseados, acogidos, en cada centímetro cuadrado de piel y de alma… eso no sale solo. Una vez desterrado el mito de la espontaneidad, convencidos de que el tiempo es un aliado y de que podemos construir el deseo, podemos encontrarnos con otras cuestiones para resolver: ¿mejor cantidad o calidad? ¿Qué hacemos ante la falta de tiempo? ¿Cuál es el papel del placer en nuestras relaciones?

Hacer el amor: el mito de la espontaneidad y cómo construir el deseo

Las películas nos muestran relaciones sexuales “perfectas” (según ciertos estándares): surgen espontáneamente, a los dos les apetece al mismo tiempo, en general siempre están disponibles y con energías suficientes para ello (por eso es muy fácil que surja en cualquier momento y lugar y que un pestañeo o una leve caricia sea la chispa que prenda todo). ¿El truco? Es ficción. Vale, ¿entonces fuera de las pantallas estamos abocados a lo contrario? No, para nada. Pero hacer el amor, como un buen baile en pareja, no se improvisa.

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Han saltado chispas, ¿y qué?

Los roces, las discusiones, los problemillas del día a día forman parte del amor del bueno. Hay que asumirlo. Así como se produce una cierta crisis cuando se rompe la burbuja de la idealización del enamoramiento y se empiezan a ver los defectos del otro… las primeras discusiones de casados también pueden marcar un hito. Aquí van 6 ideas para afrontar estos roces cotidianos.

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¿Qué pasa cuando se casa una amiga?

Cuando en un grupo de amigas comienzan las primeras bodas la emoción suele ser grande. Se vive con ilusión cada preparativo, se comparten las inquietudes y los sueños, y las amigas —si son buenas amigas— se alegran infinito por la aventura que va a comenzar la que se casa. Todo esto puede ir unido a una cierta pena: se intuye que el nuevo camino de la futura esposa es algo nuevo que implicará cambios en sus otras relaciones. ¿Eso quiere decir que cuando uno se casa los amigos se olvidan?

No. Para nada.

Al menos no debería ser así.