¿Brillar o arder?

Cuando empezaron a preparar la actuación de Navidad en el cole, le pregunté a Jiimmy si tenía algún papel y me dijo todo seguro que sí. El año pasado había hecho de buey, nada más y nada menos. —¿Y qué eres? —Towns person. Towns person. Una persona de la ciudad, un ciudadano normal. En el belén, ni siquiera un pastor o una lavandera sino uno que pasaba por ahí. Y estaba feliz. Me hizo pensar, porque en ocasiones nosotros también queremos tener un papel, en el belén, en la vida, en el trabajo, en el grupo de amigos… pero a veces, el papel que nos toca suena a algo con tan poco brillo como towns person. Y cómo cuesta aceptarlo con la sencillez y la alegría de los niños.

«Burnout» parental: entender las causas y conocer las soluciones

He publicado recientemente en Aceprensa un artículo sobre el burnout parental. Es el resultado de varias semanas a investigar, a entrevistar a expertos, a recopilar respuestas (¡gracias a todos los que colaborasteis por Instagram!) y testimonios sobre este tema del que me parece necesario hablar y dar a conocer. No para lamentarnos y quedarnos mirando las heridas, sino para saber que puede suceder y no asustarse, ser empático con quien pueda estar pasándolo mal y estar atento a ofrecer ayuda, hacer lo que esté en nuestra mano para promover una visión y una manera de ser padres que no suponga una losa irremediable; saber que, si pasa, hay profesionales preparados para acompañarnos y que, como en cualquier tema en la vida, no es de débiles pedir apoyo cuando se necesita.

¿Bailar o cuidar? Una reflexión sobre las tareas del hogar

Un domingo estaba sola con los niños. Como siempre hacemos los fines de semana para recoger la cocina tras el desayuno, puse música de mi lista más reciente de Spotify. Y de repente me vi en la paradójica situación de estar fregando y preparando la comida al mismo tiempo que sonaba «Así bailaba», de Rigoberta Bandini.  «Pero no pudo lavar porque tenía que bailar». Ignacio la cantaba mientras coloreaba un dibujo y me decía que esa canción le gustaba mucho y tarareaba «Así bailaba así, así». Algo dentro de mí se alegró de que muchos niños ya solo conozcan esta versión de la canción. Pero, como siempre que la escucho, se me activaron los pensamientos contradictorios —tan contradictorios como el hecho de estar limpiando un biberón cantando a la vez «Ni lavar, ni planchar, ni barrer, ni guisar…»— que siempre me surgen con esta canción. «¿Por qué dice la canción que no hace nada de eso?», preguntó Jaime. Aquí mi reflexión al respecto.