Crecí con Gloria Fuertes (y ahora me emociona leer esas poesías a mis hijos). Empecé a escribir versos creo que antes que cuentos. La poesía siempre ha estado en mi vida de un modo u otro, pero durante unos años tal vez perdí el contacto.
Y he de confesar que la pasión de Elena en Por donde entra la luz por los versos me ha hecho recuperar en los últimos años mi propia afición por la poesía y ahora siempre tengo un libro de poemas empezado. Es una manera de leer cuando tienes unos minutillos colgados entre una cosa y otra y no te da como para sumergirte en una novela, pero sí para saborear unos versos. También es una manera de llenar de belleza y luz el alma. Como dice Manuel Casado en este ensayo: la poesía es terapéutica.
En esta lista recopilo mis básicos de poesía.
Rimas. Gustavo Adolfo Bécquer
No por ser un mítico voy a dejar de recomendarlo aquí. Admiro su capacidad de contar una historia completa en cuatro versos.
Antología poética. Pedro Salinas
Salinas es uno de mis favoritos, y quizá uno de los que más he leído. Leerle es frescura y profundidad. Ritmo y contemplación.
Verbigracia. Enrique García-Máiquez
Son las poesías completas de García-Máiquez. Sus versos hacen soñar, sonreír, emocionarte, pensar, mirar el mundo con otros ojos. De esos libros que ayudan a descubrir la belleza en lo cotidiano. Si prefieres empezar por solo uno de sus libros, te recomiendo Mal que bien.
9 lunas (poemas para esperarte). Mar Benegas y Concha Pasamar
Me lo regalaron mis compañeros de trabajo por el nacimiento de uno de mis hijos. No es un libro solo para el embarazo, ni mucho menos, sino para toda la maternidad, o sea: para toda la vida. La belleza de los versos está acompañada por la belleza de las ilustraciones de Concha Pasamar.
Poesías completas (2019). Miguel d’Ors
No me lo he terminado aún, porque es un buen tocho, pero D’Ors es de esos poetas que cantan a lo cotidiano, a la familia, al amor, a la mujer, a los hijos, a la montaña, al trabajo, a cualquier cosa que conforma nuestra vida, de una manera preciosa e inspiradora.
Bello es el riesgo. Marcela Duque
Tuve la suerte de estudiar Filosofía con Marcela, pero el cariño de la amistad no me ciega a la hora de recomendaros este poemario suyo, ganador del premio Adonáis.
El libro de los asombros. José Manuel Gutiérrez
Después de leer su Carta a mi hija de un año, mi resumen fue: José Manuel Gutiérrez hace poesía hasta de la baba que se le cae a su hija. Este libro de poesía es una oda ardiente al amor conyugal y a la vida vivida con sentido.
Eternidades. Juan Ramón Jiménez
Como a la Elena de Por donde entra la luz, es un libro que me ha acompañado tanto, que os lo tengo que recomendar. Otro gran poeta que, con cuatro versos, te lleva lejos y, a la vez, muy dentro de ti mismo.
Antología poética. Ernestina de Champourcín
Poeta de la Generación del 27 pero que descubrí relativamente hace poco. Y tengo ganas de leerla más. Aunque no está en verso, su Via Crucis rezuma poesía por todos los poros.
Dios en la poesía actual (Antología). Edición de Carmelo Guillén Acosta y José Julio Cabanillas
Uno de los libros que más me ha esponjado el corazón en los últimos años. Fui disfrutándolo a sorbitos, uno o dos poemas cada día, y ya estoy deseando releerlo. Una manera fenomenal, además, de conocer nuevos poetas que no tenía en el radar.
Descubre más desde #MakeLoveHappen
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
