«Te necesito como el aire para respirar» y otras ideas similares son frases que encontramos en muchas canciones de amor. Algunas voces se rebelan contra esto, queriendo ver reflejos de relaciones tóxicas y/o dependencias dañinas. Pero ¿será verdad que no nos necesitamos? ¿La necesidad es siempre sinónimo de que algo no va bien en mí mismo o en la relación? ¿De qué necesidad estamos hablando?
Tras hablar de los efectos de la pornografía en los consumidores, el peligro de la adicción y el daño que hace a las relaciones, quería hablar de su conexión con la violencia en la pareja. Escribí el artículo, lo traduje al inglés y me lo han publicado aquí: https://adamah.media/the-cost-of-pornography/ Pero en este post del blog os cuento cómo surgió la idea de escribir sobre el tema y os hago un breve resumen (en español).
¿No estamos hechos para la monogamia? ¿La fidelidad es antinatural? ¿Somos infieles porque nos casamos? ¿Nadie se puede obligar a sí mismo a amar? ¿La fidelidad es una prisión? ¿No ahoga la fidelidad la relación? En este post contesto a los típicos argumentos con los que se quiere "romantizar" la infidelidad.
El porno es malo para tu relación porque te aleja del amor del bueno. Y esto, que a mí me parece de sentido común, también está avalado por los datos. Estudios y expertos también hablan de cómo afecta a tu capacidad de comprometerte, a tu autoestima (y la de tu pareja), a tu satisfacción sexual y a tu capacidad de amar.
