Freelancers pluriempleadas

Psicóloga, nutricionista, hostelera, personal shopper, economista, experta en inversiones a corto y largo plazo, modista, pedagoga, relaciones públicas, chef, escritora, creativa, filósofa, profesora. Muchas mujeres son todo esto a la vez, sin contrato, sin cotizar, sin salir de casa y —de normal— sin reconocimiento público.

Desarrollan competencias profesionales muy valoradas en el mercado: la iniciativa, el emprendimiento, una gran facilidad para salir airosas de cualquier imprevisto y para optimizar recursos. Son freelancers y pueden presumir de una amplia experiencia en resolución de conflictos y en relaciones intergeneracionales. Con todo esto obtienen una gran satisfacción personal, aunque no sin esfuerzo: sus jornadas laborales duran el doble o el triple que las de los demás ciudadanos.

Son madres de familia y amas de casa, y el 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, también es su día. Aunque para algunos toda la labor que realizan aún cae en el otro lado de la disyuntiva del «trabajas o…”. Parece que todavía pulula la imagen de ama de casa como una señora con bata, rulos y pantuflas todo el día, repantingada en el sofá, agotando todas las revistas y programas del corazón, tomándose tres cafés seguidos con tres amigas —las tres con rulos, bata y pantuflas, por supuesto—.

Y ya vale. Mejor nos deshacemos de los estereotipos de hace cincuenta años, y prohibimos las miradas indulgentes con complejo de superioridad que parecen decir: «¡Pobres! Mujeres abnegadas, simples y conformistas, sin sueños que cumplir y sin ambición». Esas miradas ignoran que algunas de esas mujeres han decidido, muy libremente, volcarse y profesionalizarse al cien por cien en su casa y su familia.

No nos olvidemos de prohibir los dedos que señalan y las zancadillas que se ponen a las mujeres que optan por una carrera profesional fuera de casa al mismo tiempo que por la empresa apasionante de formar una familia, y que luchan por ser muy buenas en los dos campos.  Está pasando: que te cases y un mes después tu jefe te mande —casualmente— a otro continente; que en una entrevista de trabajo te dé miedo la pregunta de si tienes novio con proyectos de futuro; que no te renueven el contrato por haber tenido un niño —y ya tenías dos—.

Hoy homenajeamos a la mujer trabajadora. A esa mujer que, día a día, contribuye a hacer del mundo un sitio donde guste estar: desde su puesto en la fábrica, el despacho, el aula, el hospital, el taller, el campo, el escenario, el periódico y el cantar una canción de cuna a las tres de la madrugada.


  • Texto escrito originariamente el 8 de marzo de 2014
  • Crédito de la foto: Emilien Etienne

 

2 comentarios en “Freelancers pluriempleadas

Lo que aprendemos por el camino, muchas veces lo aprendemos con los demás... ¿Qué te ha parecido este texto?

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