makelovehappen-personaliza-ceremonia

Personaliza tu boda: detalles de la ceremonia

Personalizar tu boda con la idea de que la ceremonia sea un momento único no requiere introducir grandes dosis de innovación, ni se trata de reinventar la liturgia… Lo que va a hacer que vuestra boda sea 100% vuestra es, sobre todo, cómo lo viváis vosotros, los novios, los que os casáis. Que no os hayáis olvidado de los otros preparativos para la boda, que lleguéis al Día B habiendo disfrutado de grandes conversaciones sobre temazos y teniendo muy claros los motivos por los que estáis dando el paso de casaros.

Además, mi consejo es que saquéis jugo a esos aspectos que presenta la ceremonia del matrimonio y que poseen su propia simbología desde hace siglos (las arras, las alianzas, las oraciones…).

Con todo esto en mente, os dejo algunas ideas que pueden ayudaros a personalizar, aún más, vuestro gran día.

Las lecturas

En un post anterior ya os comenté algunas ideas sobre cómo hacer propias las lecturas de tu boda. Entre los aspectos que uno puede personalizar dentro de la ceremonia, creo que la elección de los textos es algo sencillo a la vez que importante. No es como elegir el menú, que eso te dura un día y ya. Se trata de escoger qué lecturas muestran las ideas que queréis que estén presentes en vuestra vida como matrimonio —a veces también puede ser que tengan un valor especial por lo ya vivido como novios, o un poco de ambas cosas—.

Una buena idea puede ser realizar un pequeño cuaderno que recoja las lecturas y las partes importantes de la misa, que además de ser útil para los asistentes también se convierta en un bonito recuerdo. Pablo diseñó el nuestro y me encanta releerlo de vez en cuando.

Pensando en más allá del día de la boda, me parece genial también esto que proponen los autores de Una decisión original: enmarcar esos textos elegidos y colgarlos en la sala de estar, «para no perder nunca de vista el camino de la felicidad».

Las peticiones

Nosotros pusimos nueve, y algunos dijeron que eran muchas. Pero en un día tan especial no queríamos dejar de rezar por las cosas que considerábamos más importantes.

Hay algunas intenciones que suelen repetirse en casi todas las bodas: por el papa y la Iglesia, por los nuevos esposos, por los familiares difuntos… Nosotros también añadimos por los familiares y amigos que han estado ahí en los buenos y malos momentos, por todos los matrimonios y familias, por la paz en el mundo, los cristianos perseguidos y quienes trabajan por mejorar la sociedad, por los niños a los que no se les permite nacer y por quienes apuestan por la vida aun en situaciones difíciles…

La homilía

La homilía la tiene que escribir el sacerdote, faltaría más —no seáis tan controllers de querer meteros ahí—; pero sí que os diré que cuanto más os conozca es más fácil que las palabras que os dirija sean más personales y las recordéis con mayor cariño. Si tenéis la suerte de tener un sacerdote en la familia, pues genial. Pero si no, siempre puede ser el sacerdote de vuestra parroquia que os conoce desde enanos, o quien os ha acompañado durante vuestro noviazgo, o el que conocisteis en los cursillos prematrimoniales y con el que habéis seguido en contacto… De todas formas, aunque el cura no os conozca mucho, si habéis elegido las lecturas poniendo vuestra cabeza y vuestro corazón, sin duda alguna sus palabras comentando esos textos serán también personalizadas.

Paso  por la pila bautismal de camino al altar

Esto fue idea de mi tío Pedro, sacerdote. Preparando la ceremonia con él nos compartió la siguiente reflexión: podíamos recibir el sacramento del matrimonio porque antes habíamos recibido el sacramento del bautismo. Nuestro bautizo fue el punto que nos abrió la puerta para nuestra vida de cristianos, y ahora que íbamos a casarnos, ¿no era una buena idea recordar dónde empezó todo?

Fue un acto muy sencillo: antes de dirigirnos al altar (Pablo primero, yo después), pasamos por la pila bautismal —donde nos esperaban nuestros padrinos de bautismo— y le dábamos un beso en señal de cariño y agradecimiento. Antes, una de mis cuñadas leyó el texto que explicaba el sentido de este acto. Unas líneas preciosas redactadas por un amigo liturgista de mi tío:

makelovehappen-monicion de entrada-bautizo

Texto que nos preparó el amigo de mi tío para este momento.

Dextrarum iunctio

No, no es un hechizo de Harry Potter 🙂 . Os hablé un poco de este gesto en «Todos los días de mi vida»:

Mi tío nos contó que a él le gustaba decir a los novios que, en el momento de las promesas, en vez de entrelazarse las manos como uno tiende a hacer —que el resultado suele ser una mano izquierda dada a una mano derecha— juntáramos ambos la mano derecha. A nosotros nos chocó un poco al principio porque nunca lo habíamos visto hacer así. Mi tío no nos explicó mucho más, pero mientras yo buscaba información sobre el rito de la velación encontré una cosa: dextrarum iunctio. La dextrarum iunctio —vamos a traducirlo un poco así a ojillo como «unión de las manos derechas»— era parte del rito del matrimonio judío. Profundizando un poco más en la cuestión, descubrí que también los romanos antiguos lo tenían en sus matrimonios. Y ya, con la curiosidad picada, encontré hasta un artículo que hablaba sobre la representación de la dextrarum iunctio en el arte cristiano primitivo. Por si os mola la idea.

dextrarum iunctio makelovehappen

El momento

La música

A veces puede ser que la canción sustituya la oración que ya existe en la ceremonia (un Padrenuestro cantado sustituye el Padrenuestro rezado, por ejemplo), y otras veces se trata de un acompañamiento: música durante el momento del ofertorio, durante la comunión, en la entrada de los novios, en la salida…

Hay que tener en cuenta que la música en las celebraciones religiosas tiene un sentido de ir con la celebración, no es un concierto, ni un momentazo para lucirse la soprano o el violinista… Debe ayudar a rezar, a ser conscientes de lo que se está celebrando. Y con esto en la cabeza, es un aspecto en el que existe una gran cantidad de opciones para elegir. No es que tenga que ser todo en latín o todo con órgano, ni mucho menos (o sí, si os mola ese estilo). En este aspecto, como con las lecturas, pensad qué música y qué canciones transmiten mejor lo que estáis festejando.

En nuestro caso, por ejemplo, para la comunión, elegimos Set Me As a Seal, una canción con letra del texto del Cantar de los Cantares que habíamos elegido como primera lectura. La segunda canción fue una sorpresa para Pablo —me compinché con los músicos—: una versión preciosa del Lord, I Need You que cantó Matt Maher en la playa de Río de Janeiro, durante la JMJ en la que nos conocimos.

(Está pendiente un post dedicado solo a esto, con ideas generales y recomendaciones musicales) [Agradezco para este punto las ideas de Sophia]

Implicar a los invitados

En una boda, los que se casan son los novios, no es el sacerdote. El sacerdote es lo que se llama un “testigo cualificado”. Y el resto de los invitados son también testigos de ese matrimonio, aunque sean solo unos pocos los que firmen. Puede ser buena idea hacerles partícipes de manera especial de su papel en el día B.

Una de las cosas que se nos ocurrió fue incluir una oración por la familia en nuestras invitaciones de boda, para que pudieran acompañarnos también de esa manera. Además creamos un formulario de “recopilar rezos para la aventura” (que sigue abierto, si alguien quiere sumar).

Para más inspiración sobre este punto, podéis leer la Breve guía del buen invitado a una boda.


Si buscáis ideas también para la celebración después de la ceremonia, este es vuestro post: Personaliza tu boda: detallitos en la celebración.


Foto de cabecera: Lara Rincón.

2 comentarios en “Personaliza tu boda: detalles de la ceremonia

Lo que aprendemos por el camino, muchas veces lo aprendemos con los demás... ¿Qué te ha parecido este texto?