makelovehappen detalles de la boda

Personaliza tu boda: detallitos en la celebración

Todos queremos que nuestra boda sea “muy nuestra”. El Día B es un momento importante en la vida y es lógico que queramos cuidar cada aspecto.

Ya hablé sobre cómo hacer muy propias las lecturas de la ceremonia. En este post recopilo algunos pequeños detalles que, sin suponer una inversión de mucho dinero, contribuyan a hacer de vuestra boda un día que todos recordéis con mucho cariño y una alegría sincera. Esa alegría que experimentamos cuando vemos a dos personas queriéndose de verdad y dando este paso sin miedo. Porque el motivo por el que aún nos conmueven las bodas va mucho más allá de los aspectos materiales.

Por eso, para que todos los preparativos no eclipsen lo que es importante y el centro de la celebración (ojo a organizar bodas que parezcan el Circo del Sol, como dice Lucía Be), os animo a pensar los “detallitos” con esa idea de fondo y algunos de los puntos que os comentaba en «Lo que vale la boda de tus sueños»:

  • Más vale dedicación y cariño que muchos euros.
  • ¡Atreveos con el hazlo-tú-mismo!
  • No tener miedo a romper clichés que son accesorios

Esta entrada es una recopilación de experiencias tanto de los preparativos de nuestra propia boda como de las diferentes bodas a las que hemos asistido. ¡Viva la EPA!

detalles de la decoración

Un photocall casero y personalizado

No tenéis que ser vosotros los artistas. Todos tenemos a un amigo con alma (y/o profesión) de diseñador que puede ofrecernos como regalo de bodas un photocall totalmente personalizado. En nuestro caso, lo diseñó Pablo (como nuestras invitaciones). Completamos el mural con un par de cosas compradas en el chino como atrezzo. Mis cuñadas ayudaron con los “bocadillos” con frases como “Soy la próxima”, “Esta noche bailo hasta el amanecer”, “¡Vivan los novios!”…

Photocall makelovehappen

Photocall 20.VI.15

El libro de firmas

Al principio pensamos en hacer un álbum (tipo Hofmann) con fotos de nuestro noviazgo. Habíamos visto en otras bodas la idea parecida con las fotos de la preboda. Como nosotros fotos de preboda como tales no teníamos, pensamos esta opción. Al final, como dice una amiga, todas las fotos que te has hecho durante el noviazgo son fotos de preboda, realmente. Lo cierto es que no nos dio tiempo y acabamos comprando el típico libro con hojas en blanco y cubiertas elegantes (tipo paperblanks). ¿Qué tal fue la experiencia? Pues resultó ser una de esas cosas que planificas y que no salen (y que por eso siempre digo que más vale una organización sencilla, porque como aumentes los “items”, las posibilidades de que algo no salga como estaba previsto aumentan). Se nos olvidó sacarlo. Pero hicimos del olvido algo bonito: ahora es el libro de firmas familiar donde todo aquel que viene a nuestra casa debe dejar unas líneas.

Pensar un nombre especial para cada mesa con una temática

Un ejemplo claro de que el cariño puede verse más en el tiempo dedicado que en el dinero gastado. En nuestro caso, fue otra cosa de las cosas para las que no nos dio la vida, aunque hicimos sus intentos. Con esta idea mi principal problema era elegir con qué temática nos quedábamos. Demasiadas ideas bullendo. Podéis hacerlo por vuestras pelis favoritas o con algún guiño que haga referencia a los invitados de esa mesa. Yo lo llegué a intentar incluso con nombres de filósofos (momento friki). Otras que barajamos: nombres de pintores, de calles y monumentos de nuestras ciudades, de libros…

Detalles en los baños

El día anterior de la boda, me fui con mi santa madre a ultimar cosicas. «No pensé que el plan del día antes de casarte fuera ir a todosacien y a Mercadona, la verdad», me comentó entre desconcertada y divertida —he de decir que también fuimos a por mi vestido, que eso le suma glamour—.

Había visto en alguna boda, que en el baño de chicas los novios habían preparado una cestita con cosas de “primera necesidad” que podían venir bien a las invitadas. Me parecía un detalle útil, bonito y muy asequible, y decidimos hacer cestita también para el baño de hombres.

En los chinos compré dos cestitas monas. Mi hermano Álvaro, arquitecto y artista, nos hizo unos cartelitos para cada una. El contenido era 100% Deliplus (buena calidad y buen precio). Para las chicas: unos polvos de maquillaje y una brocha, desodorante, chicles, colonia, toallitas, tiritas, horquillas, y esas cosas que te pueden salvar el día… Para los chicos, más sencillo: desodorante, colonia, spray bucal, chicles…

detalles para los novios

Lienzo personalizado para que los invitados dejen su huella

Esto fue idea de mi hermana. Mi cuñado, un gran artista, fue el artífice. El motivo principal era un piano y las huellas de los invitados, de distintos colores, completaban a las plicas que formaban las notas. Un detallazo. Además, al olvidársenos sacar el libro de firmas, de esta manera pudimos tener un recuerdo de los invitados.

Un baile-sorpresa organizado por los amigos

Lo hemos visto en diferentes bodas y la verdad es que hay gente que se lo curra muchísimo. Suele ser un momento divertido, en los postres o en los cafés. Solo necesitas una canción movida y una coreografía sencilla que haga que asistentes no compinchados se puedan unir al baile, ¡o incluso los novios! Eso y haberte coordinado con algunos amigos para ensayar —aunque sean ensayos vía skype—.

Más allá del tradicional vídeo

Hace unos años era novedoso el vídeo realizado por amigos/familia de los novios que incluía imágenes de ellos desde su nacimiento hasta la actualidad. Con el paso de los años ya se ha convertido en algo típico por lo que os animo a introducir variaciones. Por ejemplo: un vídeo grabado el mismo día de la boda con los invitados haciendo playback con una canción favorita de los novios; o una idea parecida pero con los invitados que no han podido asistir y que así estén presentes de alguna manera…

detalles para los invitados

Un mensaje manuscrito

Mejor que un puro, mejor que una figurita de porcelana, mejor que una bolsa con caramelos… un mensaje personalizado de los novios hacia cada uno de los invitados. Si queréis que vuestra gente sepa lo importante que es para vosotros que os acompañen en este día, qué mejor que decírselo, a cada uno, de manera personal (porque no es lo mismo lo que te gustaría decirle ese día a tu amiga del alma, que a la tía segunda de tu reciente marido). Nuestro consejo: empezad con tiempo. Es de esas cosas que en la planificación de la boda podéis empezar a hacer en cuanto tengáis la lista de invitados (aunque no hayan confirmado).

Regalos solidarios

Si os hace mucha ilusión dar un detallito material a los invitados para que se lleven de recuerdo, ¿qué mejor que algo que sirva, además de como recuerdo, para algo más?

Los regalos solidarios en bodas me parecen un puntazo.

En la boda de nuestros amigos Marta y Miguel recibimos una postal de Mr. Wonderful que representaba un “regalo azul” de Unicef y una pulsera de Fundación Aladina. Según cuenta Marta: «Lo hicimos con la intención de que tuviera esa doble vertiente de poder dar algo a modo de recordatorio con un significado para nosotros». Querían aportar su granito de arena a esas dos fundaciones, y la fundación Aladina tenía un especial sentido para ellos debido al apoyo que brindaron al hermano de Miguel (al que Miguel donó médula) durante su enfermedad.

En 2015 —año de nuestra boda—, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) acababa de sacar para su campaña de recogida de fondos “la flor de la esperanza”, un iris blanco de fieltro (el significado de esta flor es la esperanza). Hicimos una donación a la AECC y nos dieron broches para todas nuestras invitadas. Cada flor venía con el textito explicativo. Algunas invitadas se la prendieron enseguida y tres años después siguen llevándola en su chaqueta de celebraciones. Porque la investigación del cáncer es la esperanza de quienes se enfrentan a esta enfermedad.

También hay marcas que entre sus productos tienen detallitos solidarios, como estas pulseras “motivos para bailar”, de Lucía Be.

Llaveritos con santos “personalizados”

Otro ejemplo de “estos novios han pensado en nosotros”. En la boda de Paula e Iker, cada invitado recibimos un llavero de Tiny Saints. El punto que me dejó alucinada es que cada uno recibíamos el llavero del santo que los novios habían pensado especialmente por nosotros. El mío fue de Louis y Zélie Martin, los padres de santa Teresita de Lisieux, por ser patrones del matrimonio —porque como estos temas no me gustan ni nada… jeje—.

Para los siguientes que se van a casar

Esta es la evolución del “tirar (o dar) el ramo”. Las opciones son variadas: se puede dar el ramo a una persona especial para los dos (se vaya a casar o no); se puede dividir el ramo. También se puede dejar el ramo intacto y regalar otra cosa: pueden ser detalles sencillos, por ejemplo, una cuchara y un tenedor de madera, entrelazados con lazo bonito y con el nombre de los “casaderos” escrito en ellos.

Mi ramo partido en dos

Mi ramo partido en dos: para mi cuñada Sonso y para mi amiga Lu

Para nuestra boda, buscando opciones diferentes a las típicas figurillas de recién casados, vimos esta: comprar unos playmobils-novios y pegarlos en un marco de ikea con un fondo personalizado para cada pareja próxima al altar.

Pero uno de los mejores regalitos en esta categoría que he visto últimamente ha sido el libro Una decisión original —grandes, Almu y Fer—. ¡Una lástima que no existiera aún cuando nos casamos nosotros!

Pensar en los casados del último año

Esta idea viene la última boda a la que hemos tenido la suerte de asistir, la de mi amiga Mary y Guille el pasado sábado. Y no me ha podido encantar más, como defensora apasionada de que la boda es solo el comienzo de la aventura. Os cuento: todas las parejas que se habían casado en 2018 recibieron un adorno de Navidad personalizado con sus nombres y su fecha de boda, haciendo referencia a la primera Navidad que van a vivir juntos como marido y mujer. Para morir de amor.

Flores para las madres y abuelas… ¿y los padres?

Es muy común regalar ramos de flores para las madres y las abuelas, ¡pero no os olvidéis de ellos! Los padres y los abuelos también han contribuido a que estéis ese día donde estáis. Pueden ser flores o cualquier otra cosa que pensáis que podrá gustarles. Una caja de experiencias (para compartir con sus respectivas esposas) puede ser un puntazo.

Pensar en los invitados “ocultos”

No lo he visto mucho pero me parece un puntazo: preparar un pequeño detalle para los invitados que están esperando un bebé. El primer sonajero de Jaime nos llegó así, en una boda. Y no nos pudo hacer más ilusión.

Los cumpleaños

Puede que el Día B coincida con el cumpleaños de alguno de los invitados. Estad al loro. No cuesta nada pedir en el sitio del banquete que les saquen su plato de postre con una vela o algo especial; o pedir al DJ que ponga el “cumpleaños feliz”…

Que los invitados se lleven a casa un poco de #MakeLoveHappen 😉

Podéis recopilar frases sobre el amor y el matrimonio (aquí y aquí tenéis algunas) que reflejen el amor que os tenéis y el que queréis construir especialmente desde ese día tan especial de vuestras vidas y hacer marcapáginas o imanes o similares con ellas. Es una manera de compartir con los invitados esa alegría del amor del bueno.

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